Como sucede en otras enfermedades víricas del cerdo, no hay un tratamiento específico contra los RV y el uso de antibióticos debe reservarse para aquellos casos de infecciones mixtas con participación bacteriana.

Se deben centrar los esfuerzos en las medidas de control que disminuyan la presión de la infección y que potencien la respuesta inmunitaria de los animales.

¿Se te ocurre cuáles son esas medidas? Descúbrelas aquí